sábado, 29 de noviembre de 2008

Mérida: tocando el cielo


Bosques nubosos: con esas nubes de caramelo bordeando el cerro, mientras el agua de un riachuelo desciende hasta el valle. Distintos árboles delimitan la carretera. Un hombre con sombrero de paja mira al horizonte con los brazos cruzados sobre el tejado de la casa que construye. La arbitrariedad de las construcciones embellecen el paisaje. Ya lo indica un letrero al borde de la carretera: Valle Hermoso, zona de recreo. Aquí, además de pescar truchas, se tienen unas vistas espectaculares de la ciudad andina por excelencia: Mérida.

Ciudad andina fundada en 1558, Mérida es pequeña, colonial, estudiantil y bordeada de montañas. Y sobretodo, tranquila, si la comparamos con el monstruo que es Caracas. Un punto de partida ideal para excursiones a la montaña. Grandes alpinistas han salido de estos parajes.
Cuenta también con el teleférico más alto del mundo aunque lleva meses inoperativo. Venezuela está en plena campaña electoral: el 23 de noviembre son las elecciones municipales y la vuelta al funcionamiento del teleférico es uno de los temas electorales.

Cambiando de tercio, esta ciudad invita a pasear, sobretodo por sus hermosas plazas, especialmente la plaza Bolívar, que cuenta con el busto más antiguo del libertador del país y su catedral. Dicen una de las más bonitas del país.
A Mérida la llaman la ciudad de los caballeros, por la amabilidad y elegancia de sus moradores.
Un hombre de pasada la sesentena mira curioso a una turista. Realmente como un caballeros, vestido de traje y con elgante sombreros, se sienta al porche de su casa. Ergido, con un porte especial ve la vida pasar.
Mérida anda revuelta desde hace algún tiempo. Se teme la desaparición del aeródromo, pues no entra en los planes de desarrollo urbanístico. Si es así, podría quedar incomunicada. La obsoleta carretera andina y la inclemencia del tiempo dificulta la conducción en las carreteras.

Parque Nacional de Sierra Nevada.
Se accede a través de Mucuchies, pueblito a 48 km de Mérida y a 2983m de altura. Aquí cuesta respirar. Y es que el parque corta la respiración y no precisamente por su altura, sinó por su belleza. Parque Nacional creado en 1952 cuenta co las cadenas montañosas de mayor altitud de los andes venezolanos, con el Pico Bolívar a la cabeza como el pico más alto de Venezuela.
Cuenta también con hermosas lagunas . Una de ellas, la laguna Negra, está rodeada de uno de los bosques de más altura del mundo.
Cabe la posibilidad de pasear a caballo por el parque. Seguramente, exitante para el jinete y rutinario para los equinos que esperan sin mucho ánimo la clientela. Hastiados, aburridos y sacrificados rebuznan casi sin fuerzas.

El libertador del país
"Quisiera tener una fortuna material para dar a cada colombiano pero no tengo más que una espada para defenderlos y un corazón para amarlos" dijo Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios Ponte y Blanco, mejor conocido como Simón Bolívar. Figura clave en la idependencia americana, dolor de muelas para el imperio español (curiosa es su procedencia familiar vasca y castellana) y objeto de culto en sudamérica. Al libertador (título que le concedió el cabildo de Mérida) se le glorifica con plazas, calles, estatuas...


viernes, 21 de noviembre de 2008

Leyendas del Amazonas

El Rodriguez Alves sigue su curso. Esta vez más próximo a la orilla. A la vista quedan animales habituales de estos parajes. Entre ellos tortugas moviéndose lentamente sobre troncos caídos e iguanas orgullosas tomando el sol. Otros, no visibles, se encuentran en las profundidades del Amazonas.

La anaconda, o buiuna como se la conoce por aquí, podria ser uno de ellos. Cuenta la leyenda que una buiuna surcaba las aguas hasta que llegó a Belem. Allí encontró la Basílica de la Virgen de Nazareth, donde se quedó, alimentada como estaba por los párrocos. Así que si van a la basílica procuren guardar silencio si no quieren que la buiuna asome la cabeza.

Podríamos estar hablando del boto, también. Un delfin rosa difícil de descubrir a simple vista. El boto habita el Amazonas de día para transformarse por la noche en un bello muchacho que ronda las féminas. Es un buen conversador, bebedor y bailarín que, vestido de traje blanco y sombrero, enamora a las muchachas ,hechizándolas, para volver después a las aguas. Ellas despiertan al alba, embarazadas y sin recordar nada.
Existe una manera de identificar al boto. Un tanto arriesgada, no obstante. Traten de sacarle el sombrero y si aprecian una aleta en su cabeza, no se acerquen a él o acabarán en cinta.

Me extrañaria que se cruzaran con un virapuru aunque podria ser. Este pájaro del Amazonas trae de cabeza a los investigadores. Raro de encontrar, tiene un cantar especial: suena como un eco en la selva y aunque parezca próximo se encuentra alejado. Este pajaro está embrujado. El tupan, el dios indígena, transformó a un bello muchacho enamorado en un virapuru condenado a atraer a su amor a través de su cántico.

Tampoco la flora del Amazonas se escapa a los hechizos. El tupan convirtió a una muchacha indígena en la mayor flor acuática del mundo, la victoria regia, asi que pongan especial atención en su conservación, por favor.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Los misterios de la Gran Sabana


Desde el mirador del Oso se tiene una vista colosal de los tepuyes: del Roraima, el Kukenán, el Yuruaní, el Hudaka Piapó, que parece un pulgar, el Kaonín, el Icú y, finalmente, el Tramén. O lo que es lo mismo, la gran coordillera montañosa que enorgullece a la Gran Sabana.
Aquí muchos aseguran que existen puntos de energía, mágia e incluso observatorios de ovnis.

Roberto es el dueño de una agencia de turismo llamada Mystic. Enamorado de la Gran Sabana asegura haber vivido aquí en una vida anterior. "Tuve un sueño donde sobrevolaba los tepuyes y entonces decidí venirme", afirma. Desde entonces, ha publicado diferentes libros de sucesos paranormales y ahora está preparando un libro sobre ovnis.
Francia acude a menudo a su oficina. Es una odontóloga que asegura tener un don. Un don que le permite sanear a los demás. Descubrió sus poderes en la infancia y después de seguir los cursos pertinentes aquí mismo, en la Gran Sabana, empezó "a caminar hacia la luz", afirma. Asegura que su don le incrementa la percepción. Mi capacidad de empatia incluso me ha perjudicado, dice. En su casa nunca la entendieron y la acusaban de ser la causante de las desgracias que ocurrían."Elegí entre todos los caminos, el camino del bien, para conmigo misma y el compromiso de mostrarlo a los demás", continua.
Para mostrárnoslos, dice, Francia nos invita a una sesión un tanto especial. Un pequeño grupo de seis personas se reune de martes a viernes para participar de estas sesiones de sanamiento.



Sesión de curación


Desprendiéndome de cualquier objeto metálico ya que, al parecer, repelen los poderes, entro en una pequeña habitación de un complejo del centro de Santa Elena. Dentro hay dos sanadores que me invitan a tumbarme en una camilla.
Me van a dar paz, dice una señora de mediana edad y vestida con bata blanca. Para eso tengo que cerrar los ojos. Me van a tocar tres puntos de energia:las sienes, el tercer ojo y los pies.
El proceso empieza. Siento una ligera presión en la cabeza y me invade un fuerte olor a talco. Procurando que no se note demasiado, abro mi ojo izquierdo y puedo ver como mi sanadora principal mueve las manos de forma circular a lo largo de mi cuerpo, mientras el sanador secundario hace lo propio, pero por debajo de la camilla. Estan muy serios, concentrados.
Lo cierto es que empiezo a relajarme, sobretodo cuando me presiona los pies. La sala está tan silenciosa que sólo oigo mi respiración.
Pienso en mis ejecutores. Y en como han dedicado su vida a esta creencia. Para Francia su don comporta una gran responsabilidad: hacer que la gente cambie. El mundo va demasiado deprisa y va mal, dice. Sin embargo, para ella y su grupo esto es bueno porque incrementa la predisposición de la gente a participar de sus ideas. Y así, en mitad de mis pensamientos y sin saber cuanto tiempo ha pasado, escucho en voz baja, casi en un susurro, ya puedes levantarte. Ve en paz.
Abro los ojos y frente a mi, mi sanadora con una amplia sonrisa me pregunta, ¿como estás?
Relajada, contesto, sin saber muy bien que decir. Ya se ha acabado mi curación así que salgo de la sala. Fuera está lloviendo, fina pero fuertemente. Después de registrarme en una especie de libro de clientes marcho a mi hostal, preguntándome que tipo de experiencia acabo de tener exactamente. Cuelgo mi atrapa sueños, por si acaso, para dejar escapar los malos espíritus que hayan podido quedar.

Atrapasueños
Un líder espiritual Lakota tuvo una visión. El gran maestro se le apareció en forma de araña y le habló de los círculos vitales de la vida y de la evolución del hombre. También de las buenas fuerzas, de las malas y de como es responsabilidad del hombre seguir por el buen camino. Así nace el atrapasueños, un círculo sagrado tejido como si fuera una telaraña y con un agujero en el centro por el que, dicen los índigenas, escapan las pesadillas.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Santa Elena: contrabando en tierras indígenas

Santa Elena de Nairén fue fundada en 1924 por un solo colono llamado Lucas Fernandez Peña,
quien bautizó a la población con el nombre de su primera hija: Elena, sumándole el nombre del río que lo atraviesa: Nairén. Con un emplazamiento ideal, la Gran Sabana venezolana, Santa Elena cuenta hoy con más de 20000 habitantes.
De la frondosidad del Amazonas a las vastas llanuras de la sabana, Santa Elena es una pequeña localidad al pie de una de las cordilleras más famosas de todo Venezuela: los tepuyes occidentales. Entre ellos, el Roraima sobresale imponente con sus 2810 m de altura.
A pocos kilómetros de Santa Elena, el extenso Parque Nacional de Canaima, con imponentes saltos de agua que coronan a preciosos rios de jaspe: una piedra de color rojizo que utilizan los indígenas para hacer collares, librarse del estrés y en procedimientos religiosos.
Sin embargo, el interés de Santa Elena no radica solamente en la majestuosidad de su paisaje sinó en la riqueza de su suelo.

Diamantes, oro y gasolina
Los principales ingresos de Santa Elena son la mineria de oro y diamante pero se estima que sólo el 30% se declara, mientras que el resto pasa de contrabando a Brasil y a las Guayanas.
La gasolina es también motivo de contrabando en Santa Elena. Dicen que en Venezuela el petroleo es más barato que el agua y lo cierto es que en este país, manantial de petroleo, la gasolina está a precio de ganga. Una circunstancia que muchos aprovechan para lucro personal.
Decenas de brasileños cruzan la frontera a diario para llenar más barato el depósito del vehículo, agudizando el ingenio para sacar la máxima rentabilidad.
Pese a que está regulado los litros permitidos, es habitual adulterar los depósitos para aumentar la capacidad. Se llega incluso a sacar los asientos traseros y aunque hay militares custodiando las gasolineras, con la propina adecuada hacen la vista gorda.
Las colas en las gasolineras son desesperantes. Para llenar un depósito pueden llegar a esperar 5 horas. Los transportistas y los taxistas son los más afectados, dice Oliveira.
Oliveira es taxista y guía turístico. Antes de venir a buscarnos ha pasado por casa de un amigo. Éste le vende gasolina a un precio más elevado pero así no tiene que hacer cola. Han hablado también de un amigo común. Sufrió quemaduras de primer grado tras un cortocircuito en su vehículo adulterado. Los médios dicen que su vida ya no corre peligro pero que quedará irreconocible.

Seguridad extrema
Santa Elena está combulsionada. Es hora punta y los vehículos se amontonan en las vias principales. También a las puertas de los bancos. Sacar dinero en Venezuela es arduo trabajo.
Hay pocos bancos y la metodología de trabajo lenta. La tarjeta bancaria se asocia al número de célula venezolana (igual al dni) con lo que si uno no es venezolano no puede sacar dinero del cajero y en el banco, con la nueva ley de seguridad de Chavez (una entre tantas) se ve obligado a descubrirse el rostro antes de entrar en la sede. O sea, desprenderse de cualquier pañuelo, gorro o todo lo que pueda impedir el registro de las cámaras de seguridad, dejar huellas dactilares (pulgar derecho e izquierdo), escaneado de pasaporte, múltiples firmas y foto instantanea con un solo motivo: la seguridad.

Divisas del mercado negro
Precisamente por seguridad, dice la cajera, los bancos venezolanos no manejan dólares. Hay un organismo estatal destinado a ello que intenta combatir el mercado negro.
Aquí, en Santa Elena, cambian dólares, bolívales y reales en cada esquina. Y al doble del precio oficial.
El venezolano no maneja dólares. El estado le da un fondo de 5000 dólares en una tarjeta de crédito que los nacionales sacan en un país extranjero, para poder cambiarlos después en Venezuela en el mercado negro.

Campamentos indígenas
Santa Elena se extiende a través de campos de moriches. Un árbol que utilizan los indígenas para la elaboración de artesanía y para la construcción de los poblados. Tres de esas comunidades las encontramos a lo largo del Parque Nacional de Canaima, que cuenta con piedras precámbicas de más de 2000 años de antigüedad. Así pues ya atravesado el río Kukenán y la rocosidad de Chirikayén, o el gran cacique durmiente como le llaman los indígenas, está la pequeña comunidad de Kaku Paru.
El estado venezolano dota a estas comunidades de terrenos para la agricultura. Por primera vez, dice Oliveira, no sólo se reconocen los derechos de los indígenas sinó que, además, se hacen respetar. Con Chavez empezó su representatividad parlamentaria e incluso cambió la denominación del día del descubrimiento de América por el de resistencia indígena.
Oficialmente están registradas 148 comunidades indígenas. Sin embargo, muchas ya han perdido gran parte de sus raíces. La persecución histórica, la marginación y el natural contacto con los criollos han provocado la mutación de la indentidad y muchos han acabado por abandonar su cultura, pudiendo encontrar indígenas con nombres de colonos históricos. Otros intentan preservar sus raices a toda costa, mostrándose hostiles ante cualquier injerencia en su territorio.
"Muchos son reacios al contacto con nosotros. Incluso no han dejado que las autoridades pavimenten los accesos a los poblados. Dicen que para evitar que les robemos las mujeres", afirma Oliveira. Y es que son habituales los matrimonios mixtos.
A lo lejos se distinguen cortinas de humo. Son pequeños incendios provocados por indígenas para ahuyentar a las serpientes. Aquí las serpientes se encuentran a doquier. Arrastrándose sútilmente por la maleza o cruzando la calzada. Sin embargo, las más temidas son las de agua. Cuentan que una indígena dejó al cargo de su hija un bebé de poco tiempo bajo estricta prohibición de acercarse al rio. La pequeña desobedeció y dejó al bebé jugando en el agua. Al rato una serpiente lo atacó, enrrollandose para tragárselo después.
Volvamos al poblado. Un joven está sentado a la sombra de un gran árbol. Trabaja en la cerbatana, arma para la caza de pájaros que puede llegar a alcanzar los 3 metros. En un alarde de magistral punteria alcanza a darle a una diana que tiene a no pocos metros. A su lado, una adolescente llama nuestra atención para vendernos artesanía. Sobretodo collares de jaspe que, en realidad, son fetiches de protección, símboles del amor o contenedores de fuerzas de la naturaleza, entre otras cosas.
Los indígenas gozan de formar parte de un todo junto a la naturaleza, participando de los cuatro elementos con total armonia. De manera que todo está bien si se mantiene el equilibrio entre todas las fuerzas.
Precisamente la manutención de esa armonia es uno de los retos del presente y del futuro. El cada vez mayor desarraigo cultural y el aumento del alcoholismo entre la población indígena amenaza por romperla. Aficionados al aguaardiente, aquí se encuentra barato. Santa Elena es puerto libre, o sea, territorio donde se aplican menos impuestos.